Mi vida en el mundo de los videojuegos tuvo un inicio un tanto difícil, a diferencia de algunos de ustedes mis amigos lectores, durante mi infancia, jamás tuve una consola propia; el primer contacto con un videojuego que alcanzo a recordar fue cuando tenía 3 o 4 años, porsupesto, en una Arcade localizada en una tienda de abarrotes del pueblo donde crecí, jugaban un título nuevo en esos años, ahora sé que su nombre es Street Fighter II: The world Warrior.
A esa edad yo solo podía limitarme a ver como mis primos y hermano mayor oprimían los botones y movían las palancas, supongo que apenas entendiendo que esas acciones repercutían en los personajes de la pantalla. Tiempo después hubo una segunda Arcade con otro juego similar: Mortal Kombat, de ese juego tengo especialmente un recuerdo especifico, lo recuerdo porque talvez fue una gran impresión para un niño de casi 5 años, o porque siendo ese el primer local de maquinitas que recuerdo haber visitado, tiene un lugar muy especial en mi memoria, no sé, mi recuerdo es: Sub-zero congelando al otro personaje, lo golpea, aparecen unas letras rojas, de repente la pantalla se atenúa un poco, Sub-Zero se acerca y le arranca a cabeza con todo y columna vertebral! la levanta y una voz dice: “Sub-Zero Wins, Fatality”. Vaya!
Algunos años después me enteré de que algunos padres de familia histéricos querían prohibir las maquinitas de toda la comunidad por cosas como esta Hahahaha!
Pero bueno, mi contacto con los videojuegos estaba limitado a las Arcades que se podían encontrar en las tiendas de abarrotes, en ese mismo lugar que ya mencione había una tercera Arcade este tenía un juego más fácil de entender. Un tal “Mario” así decían los mayores “Que vas a jugar?” “Mario” respondían. Obviamente era Super Mario Bros. En su versión Arcade, ese fue el primer momento que vi un juego de Nintendo, ese momento yo lo ignoraba claro y no me atrevía a jugar, por miedo a hacer el ridículo y porque no tenía fichas ni dinero para obtenerlas, y por supuesto mis primos no iban a desperdiciar sus fichas en mi…
Un tiempo después, mi hermano me llevó a pasear, llegamos a la casa de un amigo suyo de la escuela. En su cuarto había muchos juguetes de la época, figuras de He-Man, las Tortugas Ninja, Thundercats y una televisión propia, eso en especial era increíble, en esos tiempos ser un chico de primaria con tele propia era toda una hazaña. Rato después sacó de su armario una caja extraña con letras rojas, de un cajón unos rectángulos con unos larguísimos cables negros y procedió a armar el conjunto, lo conectó a la TV y metió un enorme cassette gris y apareció un título en pantalla, era Super Mario Bros. 2. Tienes una maquinita en tu casa! Exclamé yo, No,- me dijo, Es un Nintendo. Puedes ponerle otros cassettes para jugar otros juegos. Esa fue la primera vez que escuche esa palabra: Nintendo, Nintendo, Nintendo…
Por supuesto le pedí a mis padres que me compraran uno, pero a ellos nunca les ha gustado que sus hijos pierdan el tiempo en esas tonterías. Ni hablar, no hubo Nintendo para mí en mis días de primaria ni secundaria, me contentaba con leer esa palabra en algunos juegos que encontraba en las Arcades.
A mis 7 u 8 años una prima mía consiguió una consola nueva un Super Nintendo, con una docena de cartuchos, recuerdo que el primero en jugar fue Donkey Kong Country. A pero que título tan increíble, adoraba controlar a esos “changuitos”, su Música y sus los efectos de sonido tan característicos de ese juego también pasé largas horas jugando a Super Mario world, un juego de Porky y tiempo después Yoshi´s Island. Todo esto solo me hacía desear más y más una consola propia. Pero de eso estaba seguro que no iba a suceder nunca, almenos no mientras no tenga mi propio dinero. Para lo cual aún faltaba mucho….
Otros primos y compañeros de escuela también hablaban maravilas de los videojuegos de Super Nintendo y yo solo podía escucharlos hablar y opinar ocasionalmente cuando mencionaran algún juego que yo conociera. Por fortuna, otros primos lejanos también tenían un Super, como lo denominábamos en ese entonces con otra gama de juegos para mí no eran desconocidos: Mortal Kombat I y II, Super Mario All Stars, Batman Forever y un juego pirata de Dragon Ball Z. como pueden ver a pesar de no tener consola, los juegos no me faltaban. Ocasionalmente podía jugar uno que otro juego de NES no muy memorables como Rattlesnake y Marble Madness , y también en la siempre confiable Arcade multijuegos que estaba enfrente de mi casa, Ahí conocí títulos como Contra y Super C, Arcanoid, Kung-Fu, Rad Racer, Twin Bee, Tetris y Exitebike entre otros no tan memorables. Tetris fue particularmente especial, ya que había solo 2 personas que solo jugaban este título competitivamente y siempre estaban dándose sus buenos Mad… es decir, eran muy buenos en el juego.
Ah! Lo olvidaba: Adventure Island 1 y 2 (Aah como extraño ese juego, tendré que buscarlo en venta).
Y Hablando de maquinitas, Han escuchado cuando alguien dice que nunca entregaba el cambio de las tortillas, porque se lo gastaba en las maquinitas? Sé por experiencia que esa es una mala idea. ¿Cuantas tundas no habré recibido por quedarme a jugar maquinitas con el cambio de las tortillas?
No me enorgullece contar esto, pero lo cierto es que todos los que crecimos en los 90 fuimos víctimas de la mano furiosa pero justa de nuestros padres tras haber cometido ese crimen… a veces castigados y sin comer … Ay.
Pero eso si. Almenos recuerdo bien la causa de las tundas. Tumblepop, Metal Slug, Snow Bros. Killer Instinct, Etc.
De hecho una vez tuvieron que llamar a la policía, porque no llegaba a casa después de 3 horas que me mandaron a las tortillas… Sin comentarios.
Metal Slug se me daba especialmente bien, y era el mejor juego que yo había jugado en la época, con las llegadas de las secuelas 2 y ‘X’ ya no me sentía tan Pro debido a la enorme dificultad del nivel del tren subterráneo y la misión 6. Jamás fui capaz de terminar el juego con una sola moneda. Con la llegada de Metal Slug 3, todo fue diferente, en el barrio era conocido por ser el poseedor de los 10 lugares de la tabla de Ranking y que yo supiera, el único capaz de acabar el juego con una sola moneda… Era eso o de plano era el único que jugaba Metal slug 3 en toda la colonia, (Ojalá hubiera tenido los medios para tomar evidencia). Me aseguraba también de dejar mis iniciales en el primer puesto del ranking de todas las Arcades de toda la comunidad. MS4 solo logré la hazaña de terminarlo con una moneda una sola vez en toda la vida y MS5 nunca me llegó a interesar al mismo grado.
En cierta ocasión, cierto amigo una vez invitó a varios compañeros a su casa (incluyéndome) a jugar Nintendo 64, no tenía algún juego multiplayer a excepción de Pokémon Stadium, ya conocía el concepto por la serie de anime y los comerciales de juguetes pero jamás lo había jugado, me pareció algo decepcionante el hecho de que no fuera como un juego de peleas, pero gradualmente me empezó a gustar esa mecánica de turnos para los combates. Tenía otros títulos más, pero por el momento solo recuerdo Pokémon Stadium y The Legend of Zelda: Majora´s Mask, en ese momento Zelda no me gustaba para nada, solo me interesaba aprender más del título de pokémon. Fue la primera vez que jugaba en un Nintendo 64. Fue aquí cuando renació mi necesidad de tener una consola propia. Pero eso se me pasó, por alguna razón. Estaba entrando al primer curso de la escuela secundaria y … aquí fue cuando empecé a entrar en un letargo videojueguil.
Ocasionalmente seguía jugando KoF 98, 99, Etc. Pero ya era muy poco, o solo lo hacía cuando iba con algún compañero para las retas. La secundaria no fue la mejor época de mi vida, y los videojuegos dejaban de interesarme poco a poco. Pasaron muchos años sin nada que valga la pena anotar aquí. PERO, en el último año en preparatoria, esa chispita volvió a tomar fuerza, y a pesar de que las Arcades iban en declive, si tenía oportunidad al salir de clases llegaba a los locales donde aún había, maquinitas a revivir viejas glorias, la competitividad volvió a mí, debido a un juego que no parecía pasar de moda: The King Of Fighters 2002. No era el mejor jugador de la saga, ni mucho menos, simplemente me gustaba competir contra los rivales poderosos, jamás aprendí a hacer esos famosos combos trabadores, pero si sacaba de onda a muchos con mi “Espera y actúa”. No siempre funcionaba pero si daba algunas victorias, la ofensiva en ese juego no se me da muy bien. Este interés renovado hacia los videojuegos me llevó a tomar una decisión: con el dinero de mi próxima beca, me compraré mi propia consola, en un principio quería un Super Nintendo por la nostalgia de mis juegos de la infancia, DK Country y Yoshis Island, pero al no encontrar ninguno, me decidí por un Nintendo 64, estaba en venta en una casa de empeños, venía con sus respectivos cables, un control y un juego de regalo, no me entusiasmaba nada por lo que había averiguado de el en Nintendomanía, pero era eso o nada, el Juego era: Pokémon Snap…
Esta fue la historia de como fue que conseguí mi primer consola de videojuegos, ya casi en la mayoría de edad, por falta de fondos e iniciativa. No es la mejor historia que pudieras encontrar en internet, pero es mi historia y se las comparto con todo el cariño que puedo ofrecer al plasmar esta crónica y recordar estos momentos con una sonrisa en mi boca.
Si este artículo fue de tu agrado o lo odiaste házmelo saber, todas las opiniones son bienvenidas, y si ustedes lo desean, pronto continuaré con esta historia y de cómo fue que llegué a conocer la gran comunidad de videojugadores de la cual formo parte hoy, a la cual le estoy muy agradecido de aceptarme en su círculo tan rápidamente desde el momento en que llegué a ella.
Nos leemos en la próxima!
Colony 6 
Interesante historia Luis, muchos fuimos afortunados de crecer con los videojuegos, pero a ti no te toco vivirlos así, que bien que te reencontraste con este fascinante mundo y nunca te olvidaste completamente de ellos, ahora puedes disfrutar a tu gusto todas las obras grandiosas de este mundillo, y recuerda #SomosLaResistencia
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